La cultura del viaje se ha desarrollado mucho a lo largo de los años y las alternativas que hay para disfrutar de un periplo son infinitas. En este artículo de blog hablaremos de una tendencia poco convencional, aparecida en el sector del alojamiento, y que lleva por nombre ‘hotel burbuja’. Se trata de un complejo de habitáculos en forma de burbuja. Permiten al huésped dormir (o incluso bañarse) bajo las estrellas, aunque con privacidad y a una temperatura climatizada, sea la estación que sea. Estos entornos están, además, totalmente equipados, vienen con todo tipo de comodidades. Lo que se prioriza, en definitiva, es vivir la experiencia. Su planteamiento se basa en diferenciarse de la competencia y es una idea rompedora que ha conseguido convertirse en una salida de negocio.

Tener unas vistas privilegiadas es un valor añadido que pueden tener determinados hoteles, pero en un hotel burbuja la principal protagonista es la naturaleza. A diferencia de un hotel corriente, se caracteriza por tener un gran ventanal abombado y su ubicación suele estar cerca de un núcleo de vegetación, tal vez de las montañas. Su interiorismo prioriza la comodidad. Nos encontraremos con disposiciones de mobiliario contract funcional y resuelto, a menudo minimalistas y elegantes. Esta opción atrae a los amantes de la naturaleza y a los que quieren sorprender a la pareja, con la idea de probar algo diferente. Aunque se aceptan familias, los hoteles burbuja representan una elección idónea para un plan romántico.

Una buena opción en tiempos de Covid

La clave principal de hospedarse en uno de estos hoteles es disfrutar de los sonidos de la naturaleza y de la baja contaminación lumínica de la zona. Con lo que, en algunos lugares de este estilo, podemos encontrar elementos complementarios, como telescopios, para poder observar las estrellas cada noche y hacer aun más amena la estancia. Desconectar de la rutina diaria figura en el programa de actividades de estos equipamientos y se combina muy bien con la realización de actividades al exterior: montar a caballo, senderismo u otras prácticas, como el kayak.

Los hoteles burbuja son una opción interesante en tiempos de Covid-19 si nuestra búsqueda de opciones es la menos masificada. Son una solución adecuada, porque están localizados en fincas privadas. Los hoteles burbuja son un claro competidor con los que abogan estar en plena naturaleza, como las masías y los campings, aunque el tique final es muy distinto. Y es que, en el caso de los hoteles burbuja, disfrutar de intimidad –estando ‘aislado de la civilización’–, también tiene un precio.

Una casa en el árbol

Siguiendo con la máxima de buscar lugares alternativos a los hoteles tradicionales, muchas familias apuestan por contentar a los más pequeños con destinos muy especiales: es el caso de las casas construidas en árboles. Son el lugar perfecto para sacarle partido a la naturaleza en familia. Es como darle una vuelta al concepto de dormir en una cabaña. Sin duda, es un reclamo para hacer una escapada rural con un repertorio de actividades lúdicas para realizar en el bosque.