Este mes hablaremos de una tendencia que cruza los límites y rompe las reglas establecidas a través de un atrevido enfoque maximalista lleno de color. Se trata de un estilo algo ostentoso, con espacios colmados de estampados, texturas y formas, en el que cabe todo y más y que surge en oposición y como alternativa al minimalismo; que opone su exceso, su eclecticismo, a la austeridad minimalista.

Más es más, menos es aburrido, nunca es demasiado… son frases que nos pueden ayudar a entender qué es la tendencia maximalista.

Este estilo se representa con tonalidades que nos liberan de nuestros complejos, mostrándonos otras maneras de vivir y estimulando nuestros sentidos. Las llamativas combinaciones de color abordan la posibilidad de diseño con una mentalidad más abierta y sin límites a la creatividad.

La tendencia maximalista se caracteriza por una paleta de colores vibrantes, creando combinaciones impactantes y explosivas; enriqueciéndolas con estampados y nuevas texturas. Las formas tienen la función de llenar de riqueza visual el entorno con siluetas caprichosas y acabados sofisticados.

Para capturar el estilo maximalista en el mobiliario, trabajaremos con chapas de madera con tonalidades intensas y oscuras contrastando con  monocolores ricos y brillantes. Mezclas que transmitirán optimismo, energía y mucho positivismo.

Esta tendencia pone de manifiesto la importancia de la fusión de culturas utilizando tejidos de gran riqueza decorativa con diseños atrevidos que, incluso, pueden ocultar mensajes o imágenes.

Todo tipo de superficies, rígidas o flexibles, interactúan entre sí, obteniendo resultados inesperados, creando mezclas inusuales de materiales con coloridos contrastes. En resumen, un estilo atrevido y ecléctico que incorpora piezas dramáticas al interiorismo.