Tecnología aplicada a hoteles

La automatización de procesos en el equipamiento hotelero está a la orden del día, y no deja de actualizarse. Las tecnologías emergentes y los hábitos cambiantes de los consumidores, por su parte, provocan que las cadenas hayan de implementar sus servicios, como también la forma de experimentarlos. Todo esto no es reciente. Ya en 2016, los directivos del sector hablaban de una tecnología aplicada a los hoteles, como si éstos desarrollaran una inteligencia propia. Éste es un hecho que redefinido en parte el concepto de hotel.

Si bien es cierto que el factor de la personalización es uno de los más demandados por la industria y las marcas. En primer lugar, gracias a ella los hoteles pueden segmentar su público y ofrecer uno u otro servicio según la elección de éste antes de su llegada, en la web. En segundo lugar, las tecnologías también permiten mejorar la experiencia. Y, ¿cómo? Con los datos y el análisis de las críticas de los clientes. La información recabada puede ayudar a progresar en muchos puntos.

En este sentido, en una encuesta hecha por SiteMinder hace un par de años  se preguntó a una serie de hoteleros qué tecnologías creían que iban a reinar en el panorama en una década. Un 75% de los encuestados coincidió en que las aplicaciones móviles tendrían un poder determinante, en cuanto a la reserva de itinerarios.

Al día de las tendencias

Estar al día de las tendencias de los últimos avances tecnológicos es, de hecho, el verdadero reto para los hoteles: saber discernir cuáles son los que se adaptan a la instalación, mobiliario hotelero o si hace falta un proyecto de reforma integral adaptado a las nuevas necesidades del momento.

Otro factor a destacar son las nuevas hornadas de consumidores millenials, nativos digitales y viajeros corporativos que necesitan flexibilidad–. Marcan pautas nuevas a la hora de viajar y experimentar las estancias en el hotel. Eso revoluciona incluso el interiorismo con la llegada de unos elementos más versátiles. Reclaman opciones de ocio rompedoras y originales. Con el tiempo, este colectivo representará un grueso importante en el gasto turístico y las políticas hoteleras tendrán que adaptarse a sus peticiones.

El internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) mejora las experiencias del cliente, y de una forma autónoma además, según sus preferencias. El IoT permite mejorar el bienestar mediante acciones sencillas, como regular la iluminación, el aire acondicionado y la calefacción, pero se extiende hasta un amplio abanico de opciones inteligentes como la facilitación del proceso de registro enviando claves electrónicas a dispositivos inteligentes.