Estacionalidad turística y reformas

En nuestro país existe (aunque se intenta romper) una estacionalidad turística. Eso hace que durante unas épocas del año los hoteles de ciertas zonas estén a rebosar mientras que en otras tengan que cerrar sus puertas porque abrir no es rentable.

Hablamos, por ejemplo, de los hoteles de playa —que en España centran su actividad desde Pascua hasta el puente del Pilar— o de los de esquí —que se limitan a la temporada de nieve—. No obstante, se suelen escapar de la estacionalidad los hoteles urbanos que mantienen una ocupación similar durante todo el año.

¿En qué afecta la estacionalidad de los hoteles a sus reformas?

Pues afecta y mucho. Porque la forma de plantearlo es totalmente diferente.

  • Si el hotel va a permanecer cerrado unos meses, la situación —aunque siempre estresante—, se plantea de forma más distendida. El responsable de la reforma y el equipamiento del hotel debe ir pensando y definiendo el proyecto contract mientras el hotel permanece abierto para que, una vez realice su cierre temporal, se ponga en marcha de forma eficiente y finalice exitosamente dentro del plazo establecido. En contrapartida, éste tipo de ejecución requiere de una preparación previa muy minuciosa para que todo marche según lo previsto y no se deje nada al azar para terminar la reforma en los plazos pactados.
  • Si, por el contrario, el hotel permanece abierto todo el año, el hotelero se plantea dos cuestiones:
    1. ¿Cierro una temporada para poder desarrollar el proyecto de reforma tranquilamente? (Eso de “tranquilamente” es un decir porque, evidentemente, si ha cerrado siempre hay prisa por abrir cuanto antes…).
    2. ¿Mantengo el hotel abierto y voy haciendo las reformas por fases o etapas?

En el primer caso, la reforma se podría hacer en una sola fase mientras que en el segundo no hay más opción que hacerlo en varias fases y; aunque siempre se intentan minimizar, teniendo en cuenta las molestias que pueda ocasionar a los clientes que estén en el hotel. En este caso, el equipo instalador debe contar con gran experiencia y profesionalidad para incomodar lo menos posible al huésped.

Lo cierto es que no hay ninguna fórmula mágica. Normalmente para el responsable y los ejecutores del proyecto contract es mucho mejor la primera opción. Por el contrario, el hotelero se debate entre dos decisiones complicadas ya que evitar la estacionalidad es una de las luchas más feroces de nuestros hoteles.

¡Qué le vamos a hacer! Es difícil tenerlo todo, ¿no? ¿Qué harías tú?