En busca del cabecero perfecto

El cabecero de una cama marca una parte muy importante en el estilo que tendrá el dormitorio. Por lo que respecta a la estética, la apuesta segura es elegir un diseño atemporal, que contraste con el interiorismo de la habitación y juegue con los colores de la cómoda, ropa de cama y el resto del mobiliario.

En el sector del contract hotelero hay infinidad de alternativas y elegir un cabecero neutro se impone como una de las opciones más válidas. Los hay tapizados o entelados, una propuesta que se adapta a diseños diferentes de habitación. No resultan pesados y quedan elegantes. Además, son fáciles de cambiar. Los acabados envejecidos con un lookmás vintage, según la línea del equipamiento hotelero, puede dar un buen resultado también. Otro diseño algo más luminoso son los cabeceros de rejilla, se consideran artesanales y, en color miel o tonos pastel, puede dar un toque cálido si nos interesa.

Hay que destacar la madera como el material versátil y natural por excelencia en el campo de los cabeceros. Incluso el asunto puede quedar resuelto con un tabique de media altura que separe el dormitorio del baño, situado justo al principio de la cama. Si lo que queremos es optar por una distribución abierta, sin tantos compartimentos, la multifuncionalidad puede ser la solución adecuada.

      

Separadores

Así pues, nuestro cabecero puede convertirse en algo más, puede servirnos de separador e incluso (estudiando las medidas), de mesita en la que dejar objetos o crear una estantería para los libros. Si el mueble está hecho a medida, la parte de detrás, también puede ofrecer un buen rendimiento. Puede convertirse en base para cajoneras y armarios. Eso nos ayudará a ahorrar espacio y sacar partido de la estancia. Crear un interiorismo con la madera es además muy agradecido, puesto que con colores como blanco o arena, podemos conseguir un ambiente muy sobrio, luminoso y espacioso. Una original estructura de madera, además, puede combinar también con el suelo de parquet.

Las combinaciones con tela y madera son infinitas. Si el ADN de nuestro proyecto contract se inclina por algo más tradicional, se puede optar por un cabecero de cuerda trenzada y un dosel de madera para completar. A todo esto, se le pueden añadir también relieves, curvas e incluso tachuelas. La creatividad está servida.