Comunicar una identidad a través del diseño

¿Hoteles con carácter? Sí, existen. Numerosos hoteles se han sumado a la fiebre de tematizarse, de adquirir un estilo que hable de su identidad. El diseño en este caso se ha vuelto la herramienta idónea para diferenciarse de la competencia y ofrecer un valor añadido.

Los hoteles comunican y se acercan al huésped. Transmiten mensajes y, el factor llamativo se convierte en un anzuelo para la recomendación o, incluso para fomentar la vuelta del cliente. Y es que el valor de la marca se consolida a través de publicidad y promoción. Para sumar personalidad propia a un hotel, hay que poner esmero y sentimientos en la forma de hacer. Hay que ponerse incluso en la piel del cliente.

Aun así, la localización de los hoteles sigue siendo el principal factor para la mayoría de los usuarios a la hora de escoger su alojamiento, aunque la tendencia varía según la oferta de servicios complementarios del hotel. Éstos contribuyen a ofrecer una mejor experiencia al huésped y suelen apostar por la innovación y el posicionamiento de la marca a través de la satisfacción de necesidades.

Por eso, los pequeños detalles, los colores, las texturas y los materiales han de llamar la atención, tienen que transmitir una forma de ver la vida. Así pues, los hoteles temáticos son tendencia, han ido al alza y obligan a segmentar el público objetivo. La tematización también brinda la oportunidad de incrementar la rentabilidad de los hoteles al ofrecer una habitación personalizada.

Con el tiempo, van quedado atrás aquellas soluciones estéticas impersonales y en las que destaca la uniformidad. A los hoteles de los parques temáticos se les suman nuevos competidores. El presupuesto además no supone un problema, puesto que la inventiva es la principal pauta para reinventarse.

Se bautizan habitaciones, se recrean motivos naturales o marineros… Las ideas son infinitas y la imaginación es el camino. El objetivo de cualquier marca de hotel es ser recordada. En el caso de las cadenas, siguen un estilo de decoración singular, un vestuario del personal determinado y potencia actividades diferentes. En definitiva, un hilo conductor que transmita una coherencia a la identidad del hotel.