Al mal tiempo, buena cara. Ésta es la filosofía con la que algunos equipamientos hoteleros responden a los estragos de la pandemia. Más allá de sortear una mala temporada (con la petición de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo u optar a posibles ayudas), los que pueden invierten el tiempo de menor afluencia de clientela para invertir en seguridad, realizar reformas integrales u optimizar, tecnológicamente hablando, sus procesos internos. Los directivos al frente del sector hotelero también han sacado tiempo para reflexionar. ¿La finalidad? Pensar en nuevos proyectos y seguir mejorando su estrategia. Así pues, ¿cómo han aprovechado los hoteles el parón del Covid-19?
Para muchos sectores relacionados con el turismo, el virus ha supuesto un empujón para tomar las riendas del negocio y modernizarse. Una gran cantidad ha bajado la persiana, pero otra (también significativa) se ha lanzado al mercado online (o quizá, ya directamente, se ha constituido como e-commerce). Por poner un ejemplo, ya en marzo de 2020 diferentes agencias turísticas aprovecharon la gran parada del confinamiento para difundir contenidos virtuales con los que poder promocionarse y estar cerca de su comunidad/clientela; las redes sociales fueron para muchos una salvación, así como las plataformas de mensajería instantánea y las herramientas para mantener el contacto de forma telemática.
La pausa también fue aprovechada para agendar proyectos de reforma. Cabe decir, además, que el sector de la construcción fue de los primeros en retomar su actividad, siendo rápidamente considerado servicio esencial. Desde las administraciones, por su parte, se reactivaron, en algunos casos, el otorgamiento de licencias para poder llevar a cabo las diferentes actuaciones. El portal de hoteltur.com hacía visible en noviembre de 2020 el caso de Atom Hoteles, desde donde invirtieron hasta tres millones de euros en la renovación de Meliá Valencia. Así pues, el cierre hotelero se contempló, en algunos casos, como una oportunidad.
Convertirse en ‘sostenibles’ por el virus
La importancia de transmitir seguridad a los huéspedes desde los hoteles se ha convertido, cómo hemos dicho en artículos anteriores, en verdaderos factores con los que ganar en competitividad, ya que la clientela optará antes por aquellos que apuesten por la desinfección y los protocolos de seguridad que no por los que no lo promocionen. En esta línea, la aparición del Covid-19 y, con él, los certificados conforme se cumplen todas las garantías de no contagio, han traído consigo un valor añadido: la sostenibilidad.
Actualmente, es cada vez más habitual que diferentes corporaciones de todo tipo aboguen por cuidar del medio ambiente y, tras haber afrontado la llegada del coronavirus, quieran ser más sostenibles y eficientes. Con ese mismo objetivo, surgió a finales del año pasado la plataforma Eco-One. El nuevo agente propone a cada establecimiento hotelero la realización de un diagnóstico gratuito para dar con unos hábitos de inversión y compras muchos mejores que los que tienen; defienden que cambiar sus costumbres para superar de la manera más rentable las pérdidas provocadas por la pandemia. Tal y cómo hemos ido nombrando a lo largo del artículo, en estos contextos tan complejos, también surgen nuevas ideas.